Una de las cosas que no podéis dejar de observar cuando estéis frente a la Anunciación de Fra Angelico es la mirada de Eva.
Como podéis ver, esta pintura se divide en dos escenas diferentes. La primera donde la Virgen María recibe la visita del Ángel que le “anuncia” (de ahí el nombre del cuadro) la llegada de El Mesías, el Hijo de Dios. Y que, además, éste va a nacer de su propio vientre gracias al Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es ese rayo de luz que veis que emana de las manos divinas y que alcanza a la Virgen y, en cuyo interior, viaja una paloma, la representación de este espíritu. Acordaos de esto y fijaos también, a partir de ahora, en las cúpulas de las iglesias, el lugar que siempre cuenta con más luz de todo el edificio. Comprobaréis como, en casi todas, en el centro aparece pintada una paloma…
Y la segunda escena, de fondo, donde aparecen Adán y Eva siendo expulsados del Paraíso Terrenal, tras haber desobedecido la única condición que tenían que respetar para vivir en él: la de no probar bocado de la manzana prohibida. Y al no cumplirla, por tanto, ya han cometido el Pecado Original.
Pues esa es precisamente la misión que tiene Jesucristo, el Hijo de Dios, mandado al vientre de María. Salvarnos de todos nuestros pecados y, sobre todo, limpiar ese primer Pecado Original que Eva cometió y luego Adán, imitó.
Por esta razón, si os fijáis bien, Eva está pendiente de la escena y dirigiendo su mirada hacia la Virgen María. Porque está vigilando que todo vaya según lo previsto y que por fin se solucione el gran error que cometió.
La Anunciación de Fra Angelico es una de las muchas pinturas que forman parte de la aventura de humor y de misterio: El Clan de la Lupa – El Robo de Velázquez. ¡No te quedes sin tu libro y ayuda a que se resuelva con éxito el caso de la desaparición de Las Meninas en el Museo del Prado!